Durante los 80 y 90, los videojuegos supusieron una gran revolución para el mundo del entretenimiento. Empresas como Nintendo o Sega supieron hacerse un nombre dentro de esta nueva industria, lo que les trajo enormes beneficios. Esto sorprendió al mundo, ya que en ese momento la gente veía a los videojuegos como una moda que pasaría en algún momento, lo que provocó que muchas otras empresas, algunas más importantes que otras, se intentarán subir al lucrativo tren de las consolas de videojuegos. A algunas les salieron bien estos experimentos, como a Sony o Microsoft, pero a otras de las que hablaremos en este post no tanto.
Después de esa larga introducción, aquí os presento 3 ejemplos de consolas poco exitosas de empresas importantes.
Apple (y Bandai) y su Pippin - 1995
¡¿Apple hizo una consola!? ¿¿¡¡Y NO SE LLAMABA iConsole!!?? Pues sí, los de la manzana mordida colaboraron con Bandai para sacar una consola en conjunto. Intentaron conquistar los videojuegos con una consola que prometía servir como una plataforma multimedia (en esa época, el concepto multimedia era muy nuevo y se lo veía como algo súper moderno)
Lanzaron su Pippin a el justificadísimo precio de 600$ (la primera PlayStation valía 300$ y la N64 200$). Su elevado precio perjudicó a sus ventas. También le afectó que fuese una consola nueva, por lo que todavía tenía que formar a su comunidad. Por otro lado, la competencia tampoco le dejaba tener algo de atención: que si Nintendo 64 por un lado, PlayStation por otro y por ahí detrás asomaba la Sega Saturn también. Esto y el hecho de que ninguna desarrolladora quería hacer juegos para ella acabó con este experimento de Apple.
Nokia y su N-Gage - 2003
Nokia también probó suerte con los videojuegos con una portátil que podía usarse tanto de consola como de teléfono móvil. Como podréis imaginar no le salió bien…
Este dispositivo aprovechaba el auge de los teléfonos y el de las consolas portátiles para intentar fusionarlos y sacar un beneficio de ello.
Lo malo es que costaba 200$ más que la Game Boy Advance SP (esta costaba 99$) y los usuarios confundían la consola con un teléfono sin más, optando así por la consola de Nintendo. De hecho parte del problema fue que se estaba intentando enfrentar a una consola que hoy en día es una de las más vendidas de la historia.
Una vez más la falta de juegos terminó de acabar con una consola mediocre que no cumplía bien ninguna de sus dos funciones.
Mattel y su HyperScan - 2006
Mattel intentó introducirse en el mundillo con una consola diseñada para combinar videojuegos con tarjetas RFID (identificación por radiofrecuencia) que los jugadores podían escanear para desbloquear contenido adicional en los juegos, lo que intentaba aprovechar la popularidad de los juegos coleccionables. Fue un fracaso por su baja calidad.
Siendo sincero, el concepto no suena mal del todo, pero la ejecución fue horrible. Estaba pensada para niños, por lo que por el lado de los usuarios de PlayStation no recibirían apoyo. Los Nintenderos ya tenían su DS y en camino la Wii como para preocuparse por una consola de Mattel.
Los juegos eran muy pobres, solo había cinco y el escaneo de tarjetas era pesado provocando una experiencia de juego nada fluida; Los componentes eran malos, de baja calidad y nada atractivos para alguien que le interese la potencia. Ni siquiera Mattel se esforzó en publicitar su consola, bajando más todavía la expectación y la gente que esperaba esta consola.